Techno, bajos instintos y fiestas maratónicas en el club más famoso del mundo: Berghain

Desde hace tres décadas, por lo menos una docena de clubes alrededor del mundo han sido nombrados o se han auto nombrado catedrales electrónicas como: Twilo, Tresor, Cream, Fabric…a todos ellos se suma Berghain, posiblemente uno de los clubes de los que más se ha hablado y se ha escrito a lo largo de sus 14 años de existencia. Pocos sitios en el globo terráqueo han generado tal expectativa y curiosidad. Son cientos de historias las que se han contado sobre las noches, madrugadas, mañanas y tardes de club que han alimentado el morbo y el interés genuino de pisar por lo menos una vez en la vida el suelo del club.

Hay mucha tela de donde cortar: sus fabulosos line ups, la supuesta bacanal sexual que se desata en su oscuro sótano, el sofisticado juego de luces y el potente equipo de audio, y desde luego, lo complicado que resulta para las mayorías poder cruzar la puerta de entrada. Pero vamos por partes, comencemos hablando de cómo, cuándo y dónde inició todo.

El club ocupa un portentoso edificio de tres niveles que décadas atrás fungió como central eléctrica. De 1998 a 2003, el gigantesco local fue sede del club Ostgut. Un año después, en 2004, el sitio recobró vida bajo el nombre de Berghain.  En la actualidad el club tiene capacidad para unas 1.500 personas. Sus interiores son minimalistas, los techos muy altos, y sobresalen las estructuras de acero y concreto. El primer piso lo ocupa la pista principal, la planta alta es conocida como Panorama Bar, una zona de enormes ventanales con vista a Berlín Oriental, sus paredes están decoradas con fotografías de gran formato del artista Wolfgang Tillmans. El año pasado se integró al concepto del club un espacio dedicado a la electrónica experimental, conocido como Säule.

En la planta baja se encuentra el Lab.Oratory, un oscuro sótano donde se dice que las prácticas sexuales son permitidas. “Lo que ocurre en Berghain se queda en Berghain”, así que está terminantemente prohibido sacar fotografías. A la entrada del club se les colocan pequeños stickers a las cámaras de los celulares, con la finalidad de cubrir el lente. Algunas fotos del interior del club se han logrado filtrar al internet, pero son contadas. Por otro lado es de llamar la atención que en ninguna zona del club hay espejos.

Cabe mencionar que en Berghain no existen las áreas VIP, el trato es igualitario para todos los asistentes. A pesar de ser el club más famoso en el mundo los precios de las bebidas no son elevados, comparados con otros clubes cercanos al prestigio y la fama de Berghain. Los horarios de funcionamiento son maratónicos, sólo basta mencionar que el año pasado la fiesta de aniversario se prolongó por más de 60 horas.

Los line ups son programados minuciosamente, los sonidos predominantes son el house y el techno. Un año después de su apertura, en 2005, los dueños de Berghain lanzaron un label llamado Ostgut Ton. Los primeros lanzamientos corrieron a cargo de los entonces DJs residentes: Ben Klok, Marcel Dettmann y Cassy.

Sin embargo, para poder gozar de todo lo anterior hay que sortear un obstáculo que mide más de 1.80 de altura, tiene la cara tatuada, llena de perforaciones y responde al nombre de Sven Marquardt, el famoso portero/fotógrafo de Berghain, quien se ha convertido en toda una celebridad debido a su mala fama como filtro de ingreso al club. A la fecha, no se sabe a ciencia cierta cuál es el criterio que utiliza Sven para negarle el acceso a los incautos clubbers que noche a noche intentan cruzar la difícil aduana. Hay cientos de mitos alrededor de ello: que los españoles no son bien vistos; que es preferible asistir con pocos acompañantes; que tienen más preferencia los hombres que las mujeres; que si hablas alemán hay más posibilidades de ingresar.

Uno de los momentos estelares de Sven Marquardt fue cuando le negó el acceso al célebre DJ/productor de electroclash, Felix Da Housecat. Por lo visto el rechazo es parejo, no hay un perfil específico del clubber al que se le permite o se le niega el acceso. Es todo un misterio…

Sven Marquardt

Hace un par de años los desarrolladores Fabian Burghardt y Vinzenz Aubry lanzaron una app llamada Berghaintrainer, que simula el dialogo de acceso al club con el temido Sven Marquardt. A partir de tus respuestas el cadenero permite o niega tu ingreso al Berghain virtual.

Si eres amante del techno y el house, de las fiestas intensas y maratónicas, te consideras open mind, y sobre todo no te intimida un tipo como Sven Marquardt, no lo pienses más, haz tus maletas y toma el primer vuelo directo a Berlín.

¡Buen viaje!

*Texto publicado originalmente en la revista DJ Mag México el 31 de agosto de 2018.

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Alejandro Arámburo

Ha escrito para las revistas Vice (Thump, Noisey en Español) y DJ Mag México. Sus gustos musicales van del post punk a la salsa, sin embargo, la música electrónica es lo suyo.