OBK es un grupo synth pop formado en 1991 en Barcelona, España por Jordi Sánchez y Miguel Ángel Arjona, influenciados por bandas como Depeche Mode, Yazoo y OMD. Su álbum debut Llámalo Sueño, consiguió el éxito de forma inmediata, vendiendo más de 300,000 copias.
A lo largo de tres décadas ha posicionado una buena cantidad de hits como: “Déjame Comerte”, “Oculta Realidad”, “De Qué Me Sirve Llorar”, “La Princesa De Mis Sueños” e “Historias De Amor”, este último, quizás el track más importante en la historia de la banda, ha sido covereado y remezclado por grupos como Sentidos Opuestos y Fangoria.
El próximo 19 de noviembre OBK volverá a Ciudad de México, a propósito de su presentación en nuestro país, charlamos con su líder y fundador Jordi Sánchez acerca de los inicios de la banda, de sus influencias musicales, de cómo ha sido el reencuentro con su público luego del confinamiento, de su esperado regreso a México, entre otros temas.
Random: ¿Cuál fue el momento exacto en el que la música electrónica te atrapó?
Jordi Sánchez: Realmente todo empieza con Umberto Tozzi, a los diez, once años empecé a escuchar la canción “Te Amo” de Umberto Tozzi, yo creo que todo mundo conoce esa canción de este cantante italiano tan famoso. Esa canción me atrapó, me fascinó la magia de la emoción de la música.
Sí es cierto que a partir de ese momento empecé a escuchar las bandas electrónicas que comenzaron en los años 80 como Depeche Mode, un poquito más tarde Yazoo, Eurythmics, todas esas bandas con sintetizadores, esos sonidos electrónicos me fascinaron. Fue una época fascinante para un niño, tú sabes que todos los adolescentes a esa edad están descubriendo el mundo y eso se pegó a mí. Jugando le pedí a mis padres un piano y me di cuenta de que aquello que empezaba a ser como un juego, realmente me hacía sentir algo especial. Cada vez que componía una canción tenía ganas de compartirla, y ese fue el principio de OBK.
Cuando salió nuestro primer disco Llámalo Sueño, éramos dos adolescentes que con tener un disco nos era suficiente, y resulta que a todo mundo en España le encantó y aquí estamos 30 años después hablando de OBK.
¿Recuerdas cuál fue el primer tema electrónico que escuchaste y te voló la cabeza?
Es injusto porque me gustan muchas canciones y hay tantos momentos en los que las he escuchado, por ejemplo “Souvenir” de OMD, así a bote pronto; “See You” de Depeche Mode es un tema que siempre me ha encantado, me acuerdo que en mi adolescencia me gustaba mucho, sin ser muy fan todavía de Depeche Mode; “Don’t Go”, recuerdo haber puesto el maxi una y otra vez, el remix me encantaba y me sigue encantando; “Sweet Dreams” de Eurythmics también me parece una maravilla.
Hablando de la escena synth pop española, cuando ustedes comenzaron era muy pequeña, luego de tres décadas, ¿en qué momento crees que se encuentra?
Cuando comenzamos la gente tenía un concepto muy equivocado de lo que era la música electrónica, pensaban que solo era darle play, y hoy todo mundo utiliza la electrónica para dar rienda suelta a su creatividad. En España, Fangoria fue un grupo que empezó un poco a la par de nosotros, en aquel momento no fue tan popular, pero hoy día Fangoria goza de una gran salud en nuestro país y eso es bonito, saber que la gente al final ha reconocido que la música electrónica hecha en español tiene su mercado, tiene su valía.
En las nuevas bandas de chicos, de talentos jóvenes, hay cosas muy interesantes, con mucha electrónica que me recuerdan a grupos de los 80, hay un revival de la música de los 80 en muchas bandas indies en español.
En un principio, Mecano y Depeche Mode junto a otras bandas, fueron influencia en tu música, más recientemente has mencionado a David Guetta, ¿en pleno 2022 quién o quiénes están influyendo en tu música?
Ya no están, pero Daft Punk me parecen interesantísimos, sus últimos trabajos son impresionantes, las canciones en colaboración con The Weeknd me parecen maravillosas, las colaboraciones de Max Martin en la producción también tienen cosas muy bonitas. A mí me gusta mucho el pop electrónico, en ese sentido The Weeknd me parece un artista muy interesante que está sabiendo hacer canciones, grandes hits, pero también me gustan otras cosas, me gusta de repente la música de club y alternativa.
Pero es verdad, tienes razón, por darte un nombre, David Guetta me marcó muchísimo hace 10 años, de hecho el 20BK, en el recopilatorio que hicimos conmemorando los 20 años de OBK, mi prioridad no era sonar como lo había hecho Depeche Mode, mis influencias eran otras y David Guetta era el gran referente. Me parece que David Guetta ha revolucionado muchísimo el pop electrónico a nivel de producción, tiene unas compresiones y unos sonidos que nunca se habían escuchado, siempre haciendo hits.
Desde pequeño he mamado grandes hits, no había un grupo que no tuviera un hit mundial, y yo empecé a componer teniendo esa premisa, haciendo canciones de tres minutos que tuvieran su estrofa, su puente y su estribillo matador, y eso creo que OBK lo consiguió con “Historias de Amor” y con muchas más, con “El Cielo No Entiende”, “Tú Sigue Así”. Esa siempre ha sido una manera de componer que me atrae mucho, el intentar llegar al máximo de público posible, y en ese sentido he tenido grandes profesores, he intentado hacerlo lo mejor posible y ha funcionado.
Este año se cumple una década de que la otra mitad del grupo, Miguel Ángel Arjona, decidiera abandonar OBK, ¿cuál es tu balance de este tiempo trabajando en solitario?
Tú me estás viendo, estamos a muchos kilómetros de distancia, yo creo que la ilusión se transmite, la ilusión con la que yo hablo de mi proyecto se transmite. Yo soy una persona que nunca estudió música, todo es pasional, de tanto escuchar y analizar los discos creé un sueño llamado OBK que compartí con mi mejor amigo, Miguel. Estuvimos juntos 20 años, nos conocemos desde los 12 años, pero llega un momento en el que en las relaciones suelen pasar estas cosas, no era lo esperado, ni mucho menos, pero estas cosas pasan, y lo más importante y lo digo siempre, es que yo como compositor y como voz del grupo, mi sueño lo compartí con Miguel, pero mi sueño sigue estando conmigo. En ese sentido han cambiado cosas, por supuesto, pero todo sigue igual.
Hablando de tu proceso creativo, ¿qué ha cambiado en estos 30 años de existencia de OBK? ¿Sigues componiendo a partir de un piano?
La verdad es que no ha cambiado mucho, hay veces que estás con un sintetizador y aparece algo bonito, hay melodías de sintetizador o un bassline que me dan una idea para un tema, pero sí, es verdad que necesito subir al piano y tocar esa canción porque me da la emoción, una vez que tengo la emoción sé que tengo la canción, a partir de ahí es más fácil. También es cierto que eso es en la mayoría de canciones de OBK, pero hay muchas canciones que están hechas en plan electrónico y no quiero salir de ahí, sería muy monótono hacerlo a piano. Mi prioridad es buscar ese hit, cuando tienes esa canción que tiene esos cambios o esa melodía, me gusta mucho hacerla en piano porque ahí noto su alma, da igual cómo la vistamos después, aunque siempre suele ser con electrónica.
¿Sigues utilizando las mismas herramientas con las que comenzaste en OBK?
Hay muchos plugins virtuales, disponemos todos los creadores en nuestro ordenador de millones de sonidos, hay miles de alternativas, miles de maneras de trabajar, todo ha cambiado muchísimo, pero al final es lo que siempre se ha dicho, “todo mundo puede tener una máquina de escribir, pero ahora hay que escribir el libro”. Lo importante es tener ese momento de inspiración o tener la suerte de encontrar esas notas que te van llevando a un camino desconocido, nunca he sabido de dónde vienen las canciones, sé que están ahí porque de repente comienzas a tocar y hay algo que te llama la atención y sigues ese hilo.
Pero sí que ahora es más fácil, antes era un poco lioso con muy pocos medios grabar una voz o cortar un loop, ahora todo es muy fácil, muy intuitivo, cualquier chaval en su casa puede hacer un disco de altísimo nivel. Yo en 30 años imagínate lo que he visto, empecé con casetes y mira ahora en el momento tan digital y tecnológico que estamos.
Hablando de la pandemia, ¿cómo fue tu día a día en la etapa de confinamiento? ¿La situación de alerta te permitió concentrarte y componer música como lo venías haciendo?
A mí la verdad como que me vino un poco bien, necesitaba desconectarme un poco, los primeros meses fueron de tranquilidad, dije “a ver, esto no ha pasado nunca, hay que vivirlo”. Gracias a Dios me pilló en casa, con toda la familia junta, pensaba “la vida nos ha deparado esto, dejemos que la vida fluya, a ver qué sucede”. No me puse nervioso, ni depresivo como a la mejor le ha pasado a muchos artistas, para mí fue un momento de calma, de tranquilidad, de repensar las cosas y de seguir viviendo, porque para mí la inspiración, la composición es vivir, es observar. Yo creo que ante todo soy un gran observador.
Todas esas cosas tarde o temprano se reflejarán en canciones y eso es importante: la pandemia, la guerra, están pasando cosas muy duras realmente que nunca había vivido nuestra generación, ahora todo esto con la edad, con una madurez, con una experiencia de vida, te hace que seas más calmado.
Luego de la etapa más álgida de la pandemia, ¿cómo ha sido tu reencuentro con el público?
Te voy a decir la verdad, al principio fue raro, no sé en México cómo fue, pero aquí en España todo mundo tenía que ir a los conciertos con mascarilla, sentados, y a mí eso se me hace muy difícil, cantar con el público sentado, se me hace imposible, yo soy una persona que necesito la complicidad, es muy importante para mí, no sé si me has visto en directo alguna vez, soy una persona que necesita al público.
La ilusión que yo tengo es la de un chaval que intenta compartir este sueño, este juego con su público, siempre agradecido con ese cariño. Este año estoy notando un cariño tan especial, tan bonito. La verdad es que OBK es un grupo realmente popular, en España siempre ha sido un grupo querido, pero este año no sé por qué, quizás es por las circunstancias de la vida, porque son tantos años ya juntos que hay un cariño muy especial, la gente está celebrándolo todo, es bonito.
El próximo 19 de noviembre regresas a nuestro país, para un chico mexicano que no ha asistido a uno de tus conciertos, cuéntale por favor lo que va a poder experimentar.
Es algo único, vas a ver un concierto único, porque nadie se espera que un grupo electrónico tenga esta manera de ser, no es que sea mejor o peor, es OBK, es algo que tienes que ver por ti mismo. Yo creo que cada noche que me subo a un escenario siempre hay gente que me descubre, que conoce la marca OBK.
Soy una persona con ganas de complicidad, no voy a mi rollo, no voy de eso, yo quiero compartir todo esto con vosotros, cantar las canciones con vosotros, pero sobre todo disfrutar y celebrar esto que es tan bonito, el seguir viviendo la música 30 años después.
Tengo muchas ganas de regresar a México y volver a trabajar en un mercado que desgraciadamente con nuestros primeros discos no pudimos aprovechar ese momento que hubiera sido genial para nosotros, pero no pasa nada, la vida me ha sonreído siempre, hay que aprovechar los momentos que te da la vida, y en ese sentido siempre estoy muy agradecido de volver a México y que la gente me conozca.
¿Cuál es la alineación actual con la que estás presentándote?
Con dos teclistas y un guitarrista, es la formación más estándar que tenemos, y en México así será, acompañados de nuestro montaje visual, pero lo más importante es la actitud de la banda, la gente se queda gratamente sorprendida de esa actitud tan rockera dentro de una banda tan electrónica. Si te gusta OBK y no me has visto en directo no puedes faltar.
OBK ha tenido una relación muy cercana con México, grabaron en 2016 un disco y un video en vivo en el Auditorio Plaza Condesa, has colaborado con Moenia, entre otras cosas, ¿qué representa México para OBK?
Es un sueño porque yo sé que hay un gran mercado, además por el idioma. La vida ha tenido cosas muy bonitas con OBK y de repente he tenido mala suerte con algunas cosas. Siempre me ha dolido que nuestro primer disco, al haber salido con una compañía pequeñita, no se le trabajó, de haber salido con una major, hubiéramos hecho México al principio con nuestros primeros discos, y eso no pasó hasta el año 95.
Yo veía que todos los grandes artistas de España iban una y otra vez, que hacían su gira en México, Argentina, Colombia… te sentías pequeñito y decías “si hemos vendido muchísimos discos ¿por qué nosotros no?”, y encima te enteras que Sentidos Opuestos ha hecho una versión de “Historias de Amor” y que triunfó.
He tenido cosas muy bonitas, pero en esto tengo una espina clavada. Siempre que voy a México tengo la esperanza de que por fin alguien se dé cuenta de que OBK es un grupo que tiene un gran potencial, que tiene un mercado. Conozco a Moenia y tienen un gran mercado, y no es que seamos competencia, al contrario, creo que todos sumamos.
La verdad es que me haría muy feliz tener un mercado en Latinoamérica, un mercado en el que realmente se apreciara el valor que tenemos en España, pero desgraciadamente esto es así, por culpa de las compañías no pudo ser.
¿Tienes presente la primera vez que tocaron en México?
Fue en la Sala José Cuervo, no sé si exista todavía, fue increíble, fue una gran noche, un momento muy feliz, pero de repente todo se volvió a parar, y tardamos otra vez un par de años en volver, es la espina clavada que te decía, que hay un público deseoso de ver a OBK, pero necesitamos gente que trabaje en ese sentido. Yo no puedo hacer más de lo que hago, porque incluso el directo que pude haberlo hecho en España tranquilamente, decidí hacerlo en México porque era una gran oportunidad para intentar otra vez ver si entrábamos en ese mercado.
Una pregunta obligada que se hacen muchos de los seguidores de OBK, ¿cuándo habrá nuevo disco?
Tiene que ser de verdad, en ese sentido estoy disfrutando más de la gira que de componer, estoy en un intermedio de alguna manera. Pienso que es bueno hacer las cosas cuando las sientes de verdad, para mí eso es muy importante, no quiero hacer cualquier canción por hacerla, no me cuesta hacer canciones, es fácil cuando tienes el don de hacerlas, pero tiene que ser algo que realmente necesites compartir, y al día de hoy no tengo todo el repertorio que me gustaría ni todas las canciones como para decir “OBK vuelve en el 2022 con estas canciones”. No acabo de encontrar esas cosas que siempre me han funcionado. No quiero ser de esos artistas que sacan canciones por sacar o por decir “ya estoy aquí” y que no pase nada, no me gusta.
Cuando escucho mi discografía siempre estoy orgulloso de todo, hay canciones por supuesto mejores que otras, digo “aquí fallé, aquí acerté”, siempre de una manera honesta. Muchas veces escuchando a mis grupos referentes, de repente veo que no tendrían que haber hecho tales discos, no aportan nada, y yo soy muy sincero con eso, cuando sale algo nuevo de OBK lo más importante es que yo esté convencido, te podrá gustar a la mejor a ti o no, pero yo tengo que estar convencido. El primer fan de OBK siempre he dicho que soy yo.
Has declarado varias veces que no te hace falta nada por hacer en la música, que todo lo que has soñado lo has conseguido, ¿en verdad no te hace falta nada por hacer?
Me encantaría de verdad que México y Latinoamérica los pudiera visitar cada año, estar dos o tres meses y poder hacer una buena gira y que muchísima gente conociera el trabajo de OBK. Vamos a trabajar mucho, es una cosa que falta en nuestra historia. De alguna manera esa ha sido siempre la pretensión las veces que he ido a México, intentar hacerlo lo mejor posible. Al público mexicano le encanta muchísimo la música electrónica, yo sé que tienen a OBK como un gran referente, pero no han tenido oportunidad de ver todas nuestras facetas.
*Fotografía de portada vía el Facebook de OBK
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